Mario

Posted in: historia
Tags:

Llegué a Nuevos Horizontes en el 2002 por una invitación realizada por Susy y Sarita(Fundadoras de ReNuevos). En el Edificio multiuso de la segunda parada siempre tuvimos nuestras reuniones dominicales y ahí asistía desde 1999 con mis hermanos.

Nuevos Horizontes era un terreno árido, con mucha maleza y no había sitio para albergarse de los calores ni lluvias intensas. La cancha se convertía en un barrial, los balones iban a parar al río o al precipicio. Antes no existía el muro de concreto prefabricado, sólo una malla metálica.

Para ingresar, los sábados, hacíamos una larga fila de aproximadamente de 150 personas, entre niños, niñas y jóvenes. Yo llevé a mis compañeros de colegio, Erick, Marco Tulio y luego se nos unió Osman.

Al mirar las fotografías en las que salimos juntos, o con los Holtgeerts, con misioneros de corto y largo plazo, cuando hacíamos carritos de madera, dramas, comíamos copos después de entrenar arduamente, cuando nos recostábamos en algún rincón de la propiedad (que se hizo más grande) del proyecto para leer con Jairo o con César el estudio bíblico, cuando llegó Gustavo Cabezas por ahí del 2005 y me incluyó en su programa de formación de voluntariado y me brillaban los ojos porque al fin sería un líder más, a los cuales admirábamos por su extroversión, por su dedicación y sus ganas de hablar de Cristo, de lo bueno que debíamos ser, de superarnos a pesar de la pobreza y las dificultades, al mirar todo eso, puedo disfrutar entonces las lavadas de platos que realicé en los primeros campamentos, la limpieza de los baños, la dedicación que tuve en mi primer campamento como líder con cada uno de los niños que también eran mis amigos.

Disfruto cada momento amargo también, porque crecí como un ser humano con valores, a pesar de la influencia que tenía el colegio -luego la universidad-, el barrio y las malas juntas. En Nuevos Horizontes me forjé como un cristiano realista, aprendí a romper el corazón herido desde mi infancia, reconocí muchas de mis carencias emocionales, gracias a los niños, niñas y adolescentes que con cada sábado me enseñaban, muchas veces sin decir una sola palabra que la estaban pasando muy mal en sus casas.

La interacción con personas que, aunque tengan sus dudas respecto a su religión o forma de concebir y hacer el bien, hizo que fuéramos una familia. En Nuevos Horizontes encontré un nicho de escape, un locus en mi mundo al cuál regresaba cada vez que me sentía extraviado. Nunca estuve solo gracias al proyecto.

Cantar, brincar, gozar, sin inhibiciones, sin la brutalidad de la burla entre pares en el colegio o la calle, así me la pasaba bien los sábados de 8 a 4 en Nuevos Horizontes.

Hoy me pregunto qué hubiera sido de mi sin el Proyecto. creo que eso ya no es concebible, sólo hipotético, pues aprendí a ser un líder que reconoció sus defectos y virtudes, todo al servicio de Jesús.

Siempre recordaré que nuestros objetivos serán que los participantes tengan un encuentro real con Jesús, un encuentro consigo mismos y que puedan recrearse.

Mario

Octubre 10, 2014

1 Comments for : Mario
  1. Hi, this is Alvin.
    To get started with moderating, editing, and deleting comments, please visit the Comments screen in the dashboard.
    Commenter avatars come from Gravatar.

Dejar un comentario

Change this in Theme Options
Change this in Theme Options